miércoles, 9 de diciembre de 2009

Capitulo 5.1 ¡Ya están aquí!

“Aunque todo este perdido siempre nos queda luchar”


Me encuentro sentado contra la puerta en silencio. La única luz es la del pasillo, que llega vagamente a iluminar la entrada. Fuera se escuchan gritos, voces y  los cláxones de los coches. Los altavoces que en un principio estaban diseñados para reproducir villancicos por todo el pueblo ahora reproducen un monótono mensaje indicando a la gente donde se encuentra el recinto de emergencia y los números habilitados para rescate o evacuación de heridos; ¿Cuándo ha empezado a ser tan chunga la cosa?

Mientras sigo con la mirada perdida buscando una respuesta real o inventada a todas estas cosas, ya me daba igual, un repentino zumbido comenzó a colapsar mi mente. Trate de moverme pero solo conseguí caer de lado, con el cuerpo inerte. No note ni escuche el golpe de la cabeza al dar en el suelo. Mis ojos inmóviles mirando al vació ven como la imagen comienza a perder nitidez por las esquinas a medida que el zumbido gana intensidad. Es como si hubiera perdido todo contacto con mi cuerpo, el tiempo había dejado de fluir, ya no existía la realidad, poco a poco todo se acababa.

-No…

La oscuridad avanza cada vez mas

-No me puedo rendir

El zumbido es casi como el rotor de un caza

-¡No!

Lucho por no perder la conciencia. No iba a rendirme tan fácilmente, no sin pelear. Mientras la imagen se va perdiendo como si de un efecto túnel a lo bestia se tratara, trato de resistirme con todas mis fuerzas.

-Lucha, LuCHa, lUCHA, ¡LUCHA! – repiten voces en mi cabeza, retumbando cada vez mas alto, ganándole terreno al devastador zumbido. Pero es tarde, la imagen se ha convertido casi toda en oscuridad. Unos ojos de color cristal brillan en el último resquicio de luz. Mirándome intensamente.

-Lucha – dice una voz en un tono de absoluta tranquilidad y determinación

Mi corazón pega un fuerte latido que se extiende por cada parte de mi cuerpo. El zumbido empieza a decrecer y mi vista comienza a aclararse. La conciencia retorna poco a poco a mi. Me encuentro cansado, tremendamente cansado. Es como si hubiera recibido una paliza a domicilio. Tengo sueño…

Noto como Keiko llega a mi vera y se acurruca con un sonoro y gratificante “gru-gru”. Los sonidos de afuera se escuchan en segundo plano. Las fuerzas me abandonan. No puedo moverme, ni quiero moverme. Mis ojos comienzan a cerrarse…






Un todo terreno recorre las calles a alta velocidad en medio de la noche. El panorama es desolador, se han comenzado a producir incendios y no dejan de llegar avisos de heridos y casos de PETA Muchos han optado por realizar el traslado a pie buscando la seguridad de las masas. No es una mala opción ya que la zona de seguridad esta a escasos 100 metros de las afueras.

-¿Seguro que estas bien? – pregunta Kevin en tono paternalista

-Si… - contesta con desgana Lucia – ¡Me pillo desprevenida! – añade con furia

El Patrol prosigue su marcha a la central. A la derecha se pueden ver a los primeros en llegar a la zona segura. Todos los civiles deben acceder al recinto a través de la puerta sur, la oeste y oeste son para fuerzas del orden y la norte para cualquiera autorizado del exterior.  Al llegar a la puerta oeste los encargados de la verja dieron paso directo al coche patrulla. Uno se encontraba dentro de la caseta interior de seguridad bajo el control de la puerta y el otro haciendo de centinela a través de los barrotes.

-Parece que al final las vallas antirrobo del polígono van a venirnos de lujo – ríe Kevin

Este detiene el coche al lado del centinela y baja la ventanilla

-¿Dónde se encuentra la central?
-Han decidido instalarla finalmente en las naves frente a la reja de acceso interior a la zona sur.
-Gracias – contesta al tiempo que sube la ventanilla

Finalmente encuentran la dichosa nave. Esta está situada cara a cara con las puertas que cortan el acceso al modulo sur internamente.

Al bajarse del coche. Kevin y lucia son asaltados por otro compañero

-¡Daros prisa que empieza la reunión de emergencia con el jefe! – chilla al tiempo que corre hacia el interior

Los dos se miran y deciden correr. Cuando las cosas están chungas mejor no ser el ultimo en llegar. Dentro de la nave se ha instalado un complejo de oficinas al completo. Los cables corretean a su libre albedrío por el suelo usando el famoso método de cableado “Freestyle”. Todo el mundo se encuentra al final del recinto en coro frente a Andrés y una pizarra. Andrés era el sargento de aquí al mando. Nos colamos en las filas y nos preparamos para el inicio de la reunión

-¡PRIMER PUNTO DEL DIA!- grita consiguiendo el silencio absoluto y la atención de todos

-¡LOS PETAS Y LOS “OTROS”!

-Los PETAS son enfermos con tendencias esquizofrenicas, pero hoy estos casos han aumentado convirtiendo a la mayoría en animales. Ahora son algo así como súper PETAS – varia gente alrededor hace ademán de reír pero la intensa y cortante mirada de Andrés los disuade a todos.
-Los “Otros” son los alérgicos a panacea de los que tenemos 5 casos ahora mismo en cuarentena en el bloque A-SUR junto a todos los que hemos sedado en la revuelta de hace una hora. Hemos comprobado que este método es efectivo, por lo que el fuego directo estará a partir de ahora prohibido. Podrán recoger las pistolas de dardos al concluir esta reunión.

-¡SEGUNDO PUNTO DE DÍA!- varia gente se asusta ante el cambio de tono repentino

-¡PLAN DE SEGURIDAD!

- El plan consistirá en poner a salvo los refugiados en el bloque sur. Ya se han habilitado sacos y mantas para todos. Se ha decidió que sea este bloque porque en caso de problemas es el único que se puede aislar completamente del resto. Los turnos y tareas están apuntados en una hoja al lado de la salida. El ejército mandara en 2 horas varios camiones con hombres y provisiones por orden del gobierno

-¡MOVED EL CULO!

La gente capta rápidamente el mensaje y se ponen en marcha. Kevin pasa entre ellos y se acerca a Andrés

-¿Cómo es que el gobierno manda ayuda del ejercito en un plazo tan corto? ¿Tan mal estamos? – pregunta con tono de duda Kevin

-Mira chaval, si mandan ayuda es bueno. Pero si la mandan tan rápido y sin pedirla directamente es que estamos realmente jodidos y estos estaban ya preparados

-Usted cree que el gobierno sabia… - no consigue acabar la frase

-No se lo que sabían, pero algo intuían. Así que lo mejor que podemos hacer es estar preparados para cualquier cosa.

-En la ultima llamada que hemos atendido Lucia y yo nos hemos encontrado con un sujeto bastante extraño, parecía un peta, pero no hablaba, no notaba dolor y era bastante torpe…

-Puede ser una mutación, Juanma Millades es el medico forense al cargo. Ahora mismo lo he mandado a comprobar los PETAS que mantenemos sedados y a los “Otros”. En cuanto vuelva quiero que le informes de lo que me has dicho, nunca se sabe – concluye

Kevin asiente y se da la vuelta mientras dice adiós con la mano. Lucia lo esperaba en el exterior.

-Nos toca vigilar el sector norte, el de entradas exteriores

-Vamos para allá 
 
El coche inicia su camino a la zona norte. A unos cientos de metros de allí, la gente trata como loca de acceder al recinto. Parece que al tratarse de algo en teoria no contagiable  se comportan de manera mas ordenada, cosa que no evita los típicos enfrentamientos hostiles con los cuerpos encargados del acceso. Al margen de todo este barullo, Juanma Millades, el medico forense al cargo se dirige al almacén donde han preparado la zona para enfermos de PETA y PANACEA. Pasa la tarjeta por lector y una luz verde le da acceso a la nave.

A su alrededor se pueden ver unas cincuenta camillas con enfermos sedados de PETA bajo la ahogada luz de los fluorescentes. Todo parece normal por aquí. Decide acercase a la zona de los “Otros”. Recorre la nave únicamente con el sonido de sus zapatos, allí todo es silencio. Empuja la puerta que separa a unos enfermos de otro, esta hace un ruido chirriante al abrirse.

-¡Mierda!-chilla al tiempo que corre hacia uno de los enfermos. La maquina indica que no hay pulso. Intenta la reanimación con las planchas y falla. Ha muerto.

-Esto no es normal… -dice sentándose a redactar el suceso en su cuaderno medico

Poco después se levanta a ver los datos del fallecido, que se encuentran a los pies de la cama. Al ir a cojerlos le parece ver como el dedo del pie se mueve

-Esto no posible – dice incrédulo acercándose y haciendo presión con dos dedos de su mano.

-¡Se esta movi…! – no le da tiempo a decir eso cuando unas manos lo agarran del largo pelo y lo arrastran camilla arriba

El supuesto “muerto” tira de las melenas del medico como un pescador tira de la red en busca de su preciada pieza.Lanza un mordisco a la parte trasera de la nuca, arrancando con fiereza un cacho a la vez que Juanma se retuerce y chilla tratando de escapar. En el forccejeo los dos acaban cayendo al suelo. Juanma consigue liberarse y  sale por la puerta corriendo como puede  pero con algún pelo y “cachito” de menos. Corre a toda prisa entre la larga fila de PETAS y…

¡ZAS!

Algo se interpone en su maratón y sale rodando chocando con varias camillas. Juanma levanta la vista y ve a un hombre completamente calvo y con una cara que haría parecer a Charles Manson buena persona.

-No… ¿no estabais sedados? –pregunta con horror mientras se tapa la sangrienta herida

-No hace falta tener un master pare hacerse el sedado – dice el loco con cachondeo- Además, muchas gracias amigo- concluye señalando la chaqueta de Juanma.

-¿Quieres la chaqueta?- pregunta Juanma

-No imbécil –al tiempo que patea su cara dejándolo inconsciente- Quiero la identificación y la llave.

Unos sonidos sordos provenientes de la otra sala cortan la escena. El resucitado hace aparición dando una pésima impresión de lo que es la coordinación. El calvo permanece agachado atento a lo que vaya ha hacer. Lo que ve a continuación es un espectáculo para sus ojos. El “nuevo” se ha lanzado directamente contra el primer infectado de PETA que ha visto y sin ningún miramiento ha comenzado a degustar un cacho de su pierna. El calvo con cautela coge la chaqueta y los pantalones y tras vestirse sale por patas hacia la puerta.

-¡JA JA JA!- retumban sus carcajadas celebrando la “bonita” imagen que deja atrás

Pasa la tarjeta por el lector magnético y emprende su huida. No sabía que sin quererlo había creado una bomba, pero no una cualquiera, una “Z”.


“Un pequeño error puede ser el principio de una gran catastrofe”


1 comentarios:

duo dijo...

chico , de donde sacas esas ideas.
me gustan sigue asín..hasta otra.

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