Capitulo 4. La noche de los "milagros"

“La valentía es proporcionalmente inversa a la falta de razonamiento”

¿Cómo sabe donde vivo? – me pregunto sobresaltado mientras marco el numero de la guardia civil

Salta un contestador indicándome que la centralita esta saturada pero tengo la opción de dejar un mensaje. Parece que la cosa se esta desmadrando un poquito en la comisaría. Dejo la dirección e informo de que es un caso de PETA, que acudan urgentemente. Mientras, mi nuevo amigo, a reemprendido su particular serenata con los barrotes de forma mas pausada, pero esta vez con la cabeza.

-¡S-A-A-L Y-A-A-A!- grita sin descanso

Me encantaría salir y enseñarle el muestrario de galletas, pero me retengo; los verdes tienen que estar al caer… supongo. Ya se encargaran ellos del tema pienso mientras me alejo de la ventana.

- ¡Huy que planta más bonita!- grita con malicia el calvo desde afuera

-¡Ohhhhh! Se ha roto... – atino a escuchar

Se acabo. Corro a la puerta y salgo precipitadamente. El desgraciado me mira con la cabeza medio estrujada entre los barrotes con una sonrisa enfermiza mientras que con la mano estirada arranca todas las plantas que entran en su alcance.

-¡Por fin sales! – balbucea recobrando la compostura

-¡Tengo muchas maneras de hacerte sufrir!

Su cara ahora esta cubierta por la sangre que mana de su frente. Los ojos desprenden algo peor que odio; sadismo, dolor… La parte racional de mi mente me pega una colleja recordándome que estos enfermos son muy peligrosos. Pero por lo menos puedo hacerlo rabiar un poco y quitar las pocas plantas que siguen en pie. Me acerco y trata desesperadamente de echarme el guante.

- ¡No me toques que te vicias!- rio al tiempo que le propino un manotazo que por seguro le a partido varias falanges.

El loco se retira emitiendo un quejido, cosa que aprovecho para retirar las pocas supervivientes que quedan a su particular "matanza".

-Eso por cabrón…

-No es la única manera que tengo de hacerte sufrir o provocarte dolor – dice mientras se agacha y recoge lo que adivino es una pequeña piedra

-Sorpréndeme –digo sarcásticamente… - Pero si quieres hacerme “pupa” vas a necesitar algo mas contundente – rió de manera exagerada

-¿Seguro?- responde con malicia mientras alza la mano y lanza la piedra en direccion a la puerta

Mi carcajada se corta cuando oigo a Keiko maullar y salir corriendo en busca de refugio.

-¿Ves?- dice forma serena

Toda paciencia tiene un punto y la mía acababa de sobrepasar con creces el suyo. A quedado también demostrado que no es prudente pedir a un loco que te sorprenda; el resultado es impredecible. Nerviosamente busco la llave en el bolsillo del vaquero. Esta decidido que le voy a partir la cara. Dentro de mi cabeza resuena la famosa frase “de los cobardes nada se ha escrito”, pero nunca me había parado a pensar quienes eran los que habían escrito de estos valientes.

Abro la verja y aumento mi velocidad con intención de arrearle un buen puñetazo. El demente inmóvil y sonriente asta el ultimo momento aprovecha mi falta se sentido común, aunque suene irónico, y saca un trozo de metal afilado parecido a una chapata de zapatero en busca de mi estomago.

- ¡Mierd…! – consigo decir mientras trato de girar lateralmente el torso abortando como puedo el puñetazo

El encontronazo es inevitable, pero creo haber conseguido evitar la puñalada. Con más rabia que acierto aprovecho la inercia restante para propinar un cabezazo al individuo. Los dos caemos al suelo, la diferencia es que el parece no poder levantarse. Temblando aun, miro el costado rasgado de la camiseta. Esta vez no a sido el caso, pero como dice la DGT “las imprudencias se pagan con la vida”

Una Patrol irrumpe de golpe en la calle. Con precaución, los agentes bajan del coche. Son 5 en total y no parecen tener cara de buenos amigos. Uno pone repentinamente una extraña mueca en la cara y corre hacia mí empujando a los demás.

-¡Desgraciado!

Aun en el suelo, me protejo la cara como buenamente puedo y aguardo el golpe. En los tiempos que corren parece que se a puesto de moda lo de pegar por vicio. Mi sorpresa es cuando el agente salta en plancha al mas puro estilo WWF sobre el PETA, que yace semi-lelo a mi lado. No me gustaría estar ahora mismo en su pellejo. El agente golpea con brutalidad la cara del tipejo. Sus compañeros no tardan en inmovilizarlo y retíralo.

-¡Maldito bastardo!- solloza. Las lágrimas fluyen sin descanso por su cara, totalmente roja

-¡Tranquilo agente Pérez! – dice uno zarandeándolo.

Si para “tranquilizarte” te zarandean, no me quiero imaginar lo que harán para “intimidarte”. Mientras pienso esto, los agentes restantes aprovechan para inmovilizarme las manos a la espalda y colocarme una brida

-Pero que demon… ¡Si os he llamado yo!  ¿A que coño viene esto?- suelto con indignación

Uno de ellos, no muy alto, moreno, con el pelo corto y bigote me pega una colleja y me dice:

- 2 tíos en medio de la calle, los dos con la frente sangrando

-Uno inconciente y el otro con- mira la camiseta desgarrada – pintas “sospechas”-

-Arma blanca en el suelo

-¿Quieres que siga chaval?  

-Ya lo capto…

La furgoneta de los PETAS hace su aparición seguida de una ambulancia. Rápidamente 2 médicos sacan la camilla y cargan al calvo, que mas que una cara, ahora tiene un puzzle. El otro agente que sigue sumido en una crisis bastante seria de ansiedad también es conducido a la ambulancia, que una vez recogida la carga por así decirlo, sale a toda prisa.

-Tu, a la furgoneta – me dice el del bigote sin dilaciones

-Cierren las puertas de mi casa al menos, las llaves están puestas – le digo mientras me dirijo sin muchas ganas hacia la furgoneta empujado por un tio vestido de paisano.

Este en cuestión lleva un chaleco fluorescente con aspecto de estar comprado en los chinos y una cara de mala leche nada gratificante. A mis espaldas puedo oir la replica del bigotudo a mi peticion, que cada vez me cae mas como una patada en el estomago.

-Cerradla y dadme las llaves. Me parece que se va a llevar un tiempo así…

Con un empujón seco me meten en la gran furgoneta. Dentro solo hay suciedad, olor a vomito y unos asientos corroídos. La puerta se cierra y oigo como apresuradamente suben y arrancan.

-¿No hay cinturones? – pregunto amablemente

- ¡Si! Al lado del microondas – dice el conductor mientras se descojona

Parece que hoy vienen los gilipollas a pares. Ya bastante fuera de mis casillas le contesto.

-Ya veremos quien se rie el ultimo…

La carcajada para y un frenazo en seco me lanza rodando contra la separación de chapa. Doy con el hombro y un alarido se me escapa.

-Perdona, se ha cruzado un perro – dice con tono victorioso entre risas,  poniendo fin a mis ganas de seguir jugando con la salud.

Me voy a plantear seriamente el hacer una lista negra con todos mis nuevo y amables amigos. Esto de llevarme golpes gratuitos estaba pasando a convertirse en algo demasiado habitual.

"Para ellos somos como un plato de patatas fritas con huevo.... algo irresistible"

Capitulo 3.2 Empieza la fiesta

" Alejaros de los PETAS, son peligrosos "

Queda automáticamente descartada la idea de acudir al medico, lo único que me faltaba es que me encerraran por mi “seguridad”. Cojo el teléfono y llamo a mi madre mientras enciendo la televisión. Están hablando de una reacción alérgica a Panacea.

-¿David?- se cuela a través del teléfono

-¿Qué tal mama?- digo con preocupación.- ¿Va todo bien por ahí abajo?

Unos segundos de silencio contraen el ambiente

-¿No abriste el paquete que te mande?

Mierda… el paquete. Con todas las tonterías estas se me había olvidado por completo el puto paquete.

-La verdad es que he estado muy ocupado y…

-Ábrelo y lo comprenderás. No puedo decirte más hijo. Solo que por aquí todo marcha bien… y no se te olvide probar la carne de membrillo que te he preparado.

-¿¡Carne de membrillo?! Si sabes que la odi… - no puedo acabar la frase cuando me corta secamente.

-Pruébala – dice sin posibilidad de negociación

-Esta bien…

-Te dejo, tengo mucho trabajo aquí en el cuartel. Ten MUCHO cuidado. ¡Chus!

Colgué el teléfono y me dirigí a toda prisa a abrir el paquete

Después de 5 minutos quitando cinta adhesiva por fin consigo acceder al contenido. Mi sorpresa es descomunal cuando logro ver el contenido. La vieja pistola de capsulas de gas de mi madre, una gran daga de cazador y una caja con munición y bombonas para la pistola.

-Joder…

Además de todo esto hay una robusta mochila, la abro y… por dios, es una puta mochila de supervivencia cargada con cuerdas, mosquetones, una pala portátil con hacha, comida deshidratada, un botiquín... -¿En que coño estará pensando?

Al abrir la mochila ha caído a un lado una fiambrera con la “fantástica” carne de membrillo. Encima no es ni casera digo para mi mismo. La abro con curiosidad pero allí no hay nada más que carne de membrillo. Keiko se pone a dar saltos a mí alrededor ante el dulce olor que desprende.

-Toma un cachito- digo mientras corto con la daga un trozo

-¿Qué demonios es esto?

Saco la daga de la fiambrera y veo como hay una especie de carta envuelta en plástico justo en medio. La saco con cuidado que no se manche y abro la carta, quizás aquí encuentre alguna explicación.

“Perdona hijo por no decirte nada en persona. Tenemos ordenes directas de no informar, por peligro a que cunda el pánico. Según se comenta por aquí algo chungo esta por venir, los casos de PETA continuaran aumentando y agravándose. Ten cuidado por que la cosas se pondrán muy mal. Nosotros aquí estaremos seguros, procura salir lo menos posible hasta que se calme la cosa. Con la pistola de capsulas de gas ten mucho cuidado, ya sabes que no es un juguete. Lo de la mochila… no se, es una corazonada, sabes que soy así… ¡aparte tiene un montón de cosas chulas! Espero que podamos juntarnos en navidad todos en casa y reírnos de esto. Un beso”

Ahora si que me había caído de culo, parece que las cosas eran serias. Si los militares se preparaban a escondidas es que había algo más que gato encerrado. Eche a un lado la caja y fui directamente al televisor. En la sexta estaban emitiendo un noticiario especial, pero no la morena simpática de siempre, sino un tío con cara de esmirriado y una voz muy aguda, nada acorde a su físico recitaba los acontecimientos más recientes:

-… y doscientos casos mas en Zaragoza. Se están habilitando recintos especiales en escuelas y pabellones para atender a todos los casos de PETA.

- Y una ultima hora que nos llega desde el hospital Virgen de la Macarena de Sevilla – dice con una tristeza notable en su habla - Otro de los sujetos tratado con Panacea a sido ingresado por reacción alérgica, este no sufría de PETA como el anterior caso dado en Madrid, pero sufría también de fiebre muy alta y un empalidecimiento de la piel algo anormal… Todo esto esta producido por, “probablemente”…

Y aquí empezaban otra vez las divagaciones. Todo el mundo habla y especula con los datos y la información como les sale de los mismísimos, parece que es mas divertido que contar la realidad, que todo se esta hiendo al carajo. Cambio de canal y me encuentro a una persona de alta edad, con una gran barba blanca, como si de un hechicero se tratara, hablando a un gran público concentrado en la plaza Cibeles de Madrid:

-¡Esta noche será el principio del fin, dios ha hablado en mi cabeza!- grita al público

- ¡Me ha dicho que es la hora de la gran prueba! – sonríe al publico que cada vez se agolpa mas a su alrededor

-¡Los impuros morirán y volverán para arrastrar a sus hermanos al infierno!

-¡Los que no tienen camino se corromperán en su locura!- acaba con un tono sádico en su voz

-¡Alabemos al señor!

La multitud arranca en aplausos, lloros, silbidos… Parece que el mensaje ha calado hondo. Cuando alguien ha perdido la esperanza o flaquean sus valores, un buen predicador puede moldearlo o simplemente dejar que la masa lo lleve con el.

Cambio de canal. Esto ya empieza a ser bastante aburrido. En este están diciendo que según los mayas el fin del mundo será hoy a las 12 de la noche. -Que hora tan original… - me digo a mi mismo. Decido poner la 2, haber si echan un buen documental… Vaya, es Eduardo Punset hablando también de los mayas y la alineación rotatoria de la tierra.

- El fin como muchos lo llaman- dice Punset con la tranquilidad habitual – No es más que el retorno de la tierra al punto de rotación cero de su eje. Yo no creo que esto sea algo que nos pueda perjudicar, pero –añade incorporándose con seriedad – un científico amigo mió, experto en campos magnéticos, dice que llegado ese día se producirá un cambio brutal en estos campos y todo ser viviente se vera resentido… Esto ya lo pronosticaron los mayas en su calendario. Pero ojo, es una leyenda urbana el que el calendario acabe en 2012. Según cálculos reales acaba en 2220, pero el 2012 esta señalado como el fin de algo, no se sabe de que aun, pero coincide con la llegada de la tierra al punto cero...

Mientras estoy absorto escuchando estas palabras, un ruido estridente comienza a sonar en la entrada de la casa. Parece el ruido de algo de metal refrejándose contra los barrotes metálicos del San Juan. Me asomo por la ventana y me quedo helado por un momento. Una brillante calva brilla al sol, una sonrisa macabra cubre la cara del individuo de lado a lado mientras sus ojos abiertos como platos me miran. ¡Es el cabrón que me atacó el otro día!

“¡Agarraos que vienen curvas!”

Capitulo 3.1 Empieza la fiesta

"Solo los borrachos, los ninos pequeños y el horóscopo dicen la verdad"

Chille a pleno pulmón, ríos de sudor desbordaban por mi frente. La manta y el edredón estaban junto a la sabana tirados en el suelo. Con el pulso aun a 120 y la respiración agitada, comprobé para mi alivio que aun seguía de una pieza y mas importante, cuerdo. Esta no había sido ni mucho menos una pesadilla normal y corriente, realmente llegue a creer que moriría en ella, lo ultimo que recuerdo es escuchar una voz que me era muy familiar a la vez que aparecía una sonrisa en la oscuridad y lo que parecía una mano me arrastraba hacia arriba…

-Las nueve menos cinco…- veo proyectado en el techo de la habitación

-¿KEIKO?- digo mientras observo que no esta a los pies de la cama

-¡KEIKO!- chillo algo mas preocupado

Levanto de la cama y para alivio veo como Keiko entra tan campante al cuarto con cara de no haber roto un plato en su vida. Me la llevo a la cocina y le pongo un platito de atún.

-Hoy vamos a tirar la casa por la ventana

Como un tigre hambriento se lanza sin miramiento hacia el atún. Pensándolo mas tranquilamente, debería acercarme al medico; los sueños y voces se estaban pasando ya de rosca. Mientras preparo mi chute diario de cafeína con leche escucho unos sonoros golpes en la puerta.

-¡Ya voy!

De camino a la puerta recuerdo la ostia que me pego el loco ese en la semillería, por lo que me preparo para cualquier cosa.

-¿Quién es?

-¡Guardia civil, abra la puerta por favor!

Sin pensármelo corro el cerrojo y veo ante mi a 5 “espárragos” con cara de pocos amigos y con pinta de estar mas en guardia que yo. El primero de ellos, alto y con tez blanca como la cal, parecido en cierto modo a Iniesta, el jugador del Barcelona, se adelanta.

-Buenos días,  ¿Cuántos sois en la casa?- pregunta sin dilaciones

-Vivo solo

-¿Sufre usted de voces, falta de lucidez o ataques de ira descontrolados?- dice como el que sabe ya la respuesta.

-No – contesto secamente – Pero podrían decirme que es lo que pasa por lo menos – digo ya cabreado.

Iniesta me mira con cara de pocos amigos

-Los casos de PETA se han disparado, estamos llevando a los enfermos a un puesto de enfermería habilitado en el cuartel, por seguridad – añade rápidamente – Y algunos son desde mosquitas muertas hasta sádicos desquiciados.

La cara de Iniesta ha cambiado. Ahora muestra, si no es miedo, respeto como mínimo.

- Si ve cualquier caso o se encuentra mal…

-Acudiré al cuartel, no se preocupe. Tengan cuidado, a mí. me ataco ayer uno – digo señalando el bulto en la cabeza.

Ya mas afable pero con rabia en la mirada Iniesta se me acerca 2 pasos y me dice

-Lo se chaval… A uno de los míos lo cojio un PETA y lo apedreó con latas de conserva esta mañana y dos agentes mas han tenido que ser hospitalizados por golpes y heridas varias. Si hoy perdemos a tres agentes en la cancha, ¿Cuántos caerán mañana si la cosa continua así?

Iniesta retrocede y mira al vació pensativo. Se gira, no sin antes despedirse con un gesto de cabeza y advertirme que seria conveniente que cerrara la verja metálica del San Juan. Le echa una mirada al cuadro de la Virgen del Pilar que hay al fondo, y reza algo para sus adentros. Apresuradamente se montan en el todo terreno. Una gran furgoneta que no había visto antes parece estar esperándolos, seguramente sea para llevar los PETAS.

Haciendo caso a la advertencia cierro el gran portón de metal que da a la entrada del San Juan. Esta era una de las entradas mas bonitas de mi calle, estaba enlosada toda de rojo con dibujitos de ciervos, cazadores y demás ornamentas típicamente andaluzas. Un pequeño muro nacía de la columna de la puerta y cerraba el habitáculo con un gran enrejado de 3x 2,5 hasta el techo. En cada esquina había plantas, flores y un jazmín que cubría todo el enrejado. Los antiguos inquilinos compraron la puerta de la casa robusta y montaron esta jaula por llamarlo de alguna manera para evitar robos; pero no conocían la ley de murphy… Un día se dejaron el San Juan abierto y fueron de fin de semana. Un avispado amigo de lo ajeno aprovecho y les visito al ver que la defensa básica había caído. La puerta principal era demasiado dura por lo que opto por lo más fácil, la ventana. Una semana después también la arreglaron y cubrieron con barrotes, también me consta que fue cuando colocaron el cuadro de la Virgen del Pilar, patrona de la guardia civil.

"Si tiemblas con el frio, preparate a temblar con el miedo..."

Capitulo 3. Empieza la fiesta

"Hace un día maravilloso... hasta que llega un gilipollas y lo fastidia"

Me encontraba ante una vieja casa de madera en medio de un bosque. Mire a mi alrededor y solo pude ver arboles y mas arboles. Ni caminos, ni coches... a decir verdad tampoco se escuchaba nada. De repente una extraña sensación de miedo me invade, se empieza a escuchar un rumor lejano. Es como el sonido de un saco si lo arrastras, aunque pausado y extrañamente aterrador. Algo en mi interior me dice que mueva el culo rápido, por lo que sin más dilaciones me dirijo a la entrada de la tenebrosa cas... ¿cabaña? Lo que antes era una casa ahora es una cabaña, de madera también, pero una cabaña.

-¿Qué coño pasa aquí?

Mi pregunta se la lleva el viento. Antes de que la cabaña acabe por ser la casa de paja de los tres cerditos, abro la puerta y entro. Antes de cerrar miro la arboleda a la lejanía. Lo que parecen cientos de sombras se acercan atravesando el bosque, lentamente... sin descanso. Una risa a mi espalda hace que me gire, no hay nada, solo un pasillo con varias puertas cerradas y una gran escalera al fondo. Lo que era una triste cabaña por fuera ahora es una casa por dentro y encima de dos plantas.

-No veas con las viviendas de 30 metros del gobierno - digo con una amplia sonrisa

Cada vez estaba más claro que esto es un maldito sueño, y por la pinta, seguro que mi amigo, el jefe de los chiflados, no anda lejos. Camino con paso decidido hacia la escalera y una risa macabra detiene mi avance. Algo comienza a rodar por la escalera y se detiene al pie de esta.

-Vaya... yo solo pensaba darte unos cuantos azotes- espeto con ironía

A poco más de un metro yace la cabeza del chalado del otro sueño. Sus ojos me miran fijamente mientras lo que parece una sonrisa de joker se dibuja en su cara.

-No quisiste jugar con el... Ahora te toca jugar conmigo- resuena por toda la casa la voz de una niña

Puede que sea un simple sueño, pero sea quien sea la que ha dicho eso, no me apetece encontrármela. Giro sobre mis pasos rumbo a la puerta y antes de alcanzar a abrirla oigo como alguien, mas bien, "muchos alguien" comienzan a aporrear la entrada. El ruido comienza a hacerse ensordecedor. Parece que no será al fin y al cabo mala idea ir a "jugar" con mi nueva y nada violenta amiga.

- ¡Me gustaba más la decoración de antes!- chillo

Las escaleras al fondo del pasillo han desaparecido. Ahora en su lugar simplemente hay una puerta entreabierta. Todo parecía más polvoriento y viejo. Decidido a acabar con esto, camino hacia la puerta, empujo y entro.

Un suelo de tatami lo recubre todo, no hay ventanas y la única luz de la habitación es una pequeña lámpara de aceite. Puedo ver un futón japonés en el suelo y la forma de lo que parece alguien tapado de pies a cabeza. Es lo único que hay en la habitación aparte del típico armario de puerta corredera. Haciendo acopio de valor me acerco al futón, cojo de un extremo la manta y tiro de ella -¡CU-CU!- grito, pero allí no había nada.- ¿Ahora quieres jugar al escondite?- voceo de camino al armario. Apoyo la mano en la puerta y tiro sabiendo que no me va a gustar lo que me voy a encontrar.

-¡Maldita bastarda!

En efecto no me ha hecho ni pizca de gracia. Keiko cuelga de una cuerda como si fuera un jamón. La imagen de por si no sería tan impactante por el leve detalle de que esta mordisqueada. La sangre brota por los cachos desgarrados de lo que queda del gato. La furia y la rabia me invaden.

-No me gustan los gatos, pero tú tampoco- oigo a mi espalda

Me giro y la veo. Una niña con una larga bata blanca manchada de rojo y con el pelo largo y oscuro esta plantada frente a la puerta. La cara solo se acierta a ver entrecorta por culpa de los pelos que, prácticamente, la cubren por completo. Sus ojos están clavados en mí, su boca muestra unos dientes manchados de rojo y se relame.

- Podrías haber aceptado por las buenas ser uno de nosotros- dice con un tintineo nada reconfortante en su voz

-Ahora sufrirás lentamente...

Dicho esto todo empieza a deshacerse. Las paredes, mi nueva amiga, todo comienza derretirse y a fluir como si de mercurio se tratara. Todo se vuelve oscuridad, no puedo moverme. Ojos de color ámbar brillante comienzan a aparecer en medio de toda la oscuridad, cada vez son más y se acercan...

-¡Atrás!- grito con pánico

-¡Es tarde! ¡Serás uno de nosotros!

El dolor comienza a extenderse por mi cuerpo, el pánico crece a medida que los ojos, que cada vez son más y más, avanzan hacia mí. -¡No puedo rendirme! me digo a mi mismo. La ira acrecentada por el dolor que inundaba mi cuerpo, que para ser un sueño, dolía como una patada en los cojones, se estaba transformando en rabia.

-¡Antes muerto que unirme a vosotros! ¡Y menos sin luchar!- digo con toda mi alma

Trato de resistirme en vano, sigo sin poder moverme y noto como si una legión de gusanos me estuviera comiendo por dentro. Ya están encima de mí los ojos.

-Este no puede ser mi final...

-¿Te echo una manita?

"La cordura es algo muy relativo" 

Capitulo 2.2 Voces

"No soy vicioso, soy de gustos variados"

Toda esta mierda me acaba de quitar las pocas ganas que tenia de cenar. Me acerco al mueble bar y me sirvo 2 dedos de mi buen amigo jack, si voy a escuchar la voz de la niña del exorcista otra vez en mi cabeza prefiero que esta tenga un tono borrachuzo, por lo menos me podre reír mientras me cago encima. Aunque ya puestos, si le doy un poco de verde a lo mejor me cuenta un chiste. Después de dejar KO la parte racional de mi mente, decido acostarme. Mientras me lavo los dientes miro fijamente el espejo, como esperando que de repente aparezca un espíritu como en las películas de terror. Finalmente pierdo la esperanza de ver algo raro y me centro en acabar de lavarme los dientes. 

¡TCHAS!

El baño queda sumido en una oscuridad total. El miedo me recorre de cabeza a pies.

-Judde! - digo con el cepillo de dientes aun en la boca. 

Corro como un niño en dirección al pasillo en busca del interruptor que me salve del probable ataque al corazón que estoy a punto de sufrir. Los 4 pasos que doy se me hacen interminables, pero acciono el interruptor y para mi alivio la luz lo inunda todo a su paso. Después de todo solo se había fundido la maldita bombilla... y yo un poco mas y me tiro al suelo llorando por mi vida. Al final todas las tonterías de la tele y el alcohol no es lo más recomendable cuando uno tiene línea directa con la chiquilla del exorcista y una imaginación desbordante.

Me tumbo en la cama y me arropo hasta la frente. He estado tentado de mirar debajo de la cama y en el armario por si las moscas, pero creo que por hoy no me queda valor ni para eso. Fuera aparte lo irónico de mis pensamientos y la exageración, estaba empezando a sentir miedo. Todo esto se estaba desmadrando, que podía hacer ¿ir al médico? Nadie tiene ni puta idea de por qué se vuelve loca la gente y no creo que me haya vuelto casualmente esquizofrénico de la noche a la mañana. Mi mente, después de dar muchas vueltas al asunto, cae rendida. En el último atisbo de conciencia  antes de quedar dormido creo escuchar una risa lejana que se pierde en la nada.

Capitulo 2.1 Voces

"Yo iré al infierno, pero tranquilo, te guardare un buen asiento"

Encendí la tele y fui directamente al lavabo a echarle un ojo a la abolladura que me había echo el loco ese de antes. No tenía un aspecto muy bonito, pero no dejaba de ser un chichón.

-No te resistas- dice una voz que suena lejana

Casi se me sale en ese momento el corazón por la boca. Rápidamente giro 180 grados y solo veo a Keiko que me mira curiosa desde el borde de la bañera. O me estoy volviendo yo también un PETA o el gato habla.

Una vez se me ha pasado el susto me paro a pensarlo con más calma. El gato no habla, por lo menos que yo sepa.

-Lo más probable es que haya sido la televisión - digo en voz alta buscando una falsa seguridad que necesito urgentemente.

No sé que es más de locos, si escuchar voces o hablar solo. Nunca me había preocupado el estar o no cuerdo, pero visto lo visto, no descarto acabar corriendo en calzoncillos, dando saltos como Heidi y repartiendo tortas entre la gente de la calle como el capullo que me aporreo antes. Me encamino a la salita y veo que en la tele esta puesto el National Geo. No me pega la voz de antes saliendo de un reportaje de suricatos, más bien parecía la de la niña del exorcista después de haberle hecho rezar el Jesusito de mi vida, encabronada a tope. Después de este bonito pensamiento toda la seguridad que falsamente había conseguido caía como un castillo de naipes. Decido cambiar de canal y para mi sorpresa están mostrando un mapa en las noticias con puntos rojos en todas las comunidades que se habían dado casos de PETA. Creo que no se libra ni una comunidad, y lo más preocupante, ningún país. Por lo que se ve va en aumento y aun no se sabe de dónde proviene. Por si fuera poco para los tiempos que corren, lo del famoso apocalipsis maya se ha juntado con la histeria de las locuras. Dicen que es el preludio del fin, que nos volveremos locos y reventara la tierra. Sinceramente creo que todo esto son paparruchas, pero no creo que mezclar tanto caos sea bueno. Como empieza a cundir el pánico todos sabemos lo que pasara; nuevas sectas, estafadores, asaltos, desbordamiento de los servicios e infraestructuras... El coctel perfecto para unas navidades moviditas.

Capitulo 2. Voces

"Tranquilos, esta todo controlado"

Hoy fue un día un poquito más tranquilo, por lo menos asta ahora. Me pasado toda la mañana arreglando ventanas, engrasando puertas, limpiando las cañerías y el deposito de agua. Teniendo un depósito aquí en Andalucía ahorras agua en verano y siempre puede servir para un avio. En invierno como ahora no sirve para mucho, pero es la mejor época para pegarle un fregado y una capita pintura.  Lo único preocupante que ha pasado a sido que continúan los extraños casos de esquizofrenia, pero ahora la llaman "perturbación por estrés transitoria aguda", PETA para los amigos. Parece que van algo desencaminados al respecto, como siempre, pero esto no se sale de rutina habitual. La única noticia que puede considerarse un éxito es la de la nueva vacuna llamada ecuanimamente por todo el mundo como "PANANCEA" creada apartir de un microorganismo antediluviano. Este extraño organismo fue encontrado durante uno de los deshielos en la zona antártica provocado por el cambio climático. Se extrageron miles de muestras de nuevos organismos desconocidos hasta ahora, y uno de ellos, según todos los científicos es la panacea a todas las enfermedades. Ahora mismo están echando un pequeño reportaje sobre eso en la tele. Un científico esta dando ahora una explicación simple sobre el organismo.

-Este micro-organismo simplemente recubre cualquier tipo de célula asignándole una identificación estándar. Por lo tanto solo tendríamos que recubrir células infectadas de cualquier virus conocido, extraer ese valor estándar que le da y preparar una remesa de PANACEA que destruyera las células con dicho código, tan simple como efectivo- acaba diciendo con una amplia sonrisa.

-¿y no puede perjudicarnos ese microorganismo? Ya sabe... destruirnos o matarnos- pregunta una periodista con cara de pocos amigos.

-¡Es imposible! Es simplemente un organismo en blanco que pone códigos a las células, no tiene capacidad propia para llevar otra clase de trabajos en practica, únicamente puede atacar a los virus o células que se le indiquen.

La reportera guarda silencio. Parece que eso es exactamente lo que le preocupaba.

- Hoy mismo han empezado las pruebas en humanos de todo el mundo. Pronto enfermedades como el cáncer, el sida, el ebola... serán simplemente demonios del pasado- concluye al tiempo que la multitud arranca a aplaudir.

Apago la tele, me acomodo en el sofá y enciendo un cigarrito. Todo lo que esta empezando a pasar es muy raro. Escucho cosas en mi cabeza, cada día hay mas ataques de PETA y ahora, para colmo, los científicos celebrando que han encontrado la piedra filosofal a todas las enfermedades. Espero que ninguno de estos hechos tenga nada que ver con los de mis sueños. Porque de ser así... si no estamos perdidos, poco nos queda.

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-Puaj!! Que coñ...- grito al tiempo que escupo varios pelos de gato.

-Serás..- Es lo único que me da tiempo ha decir antes de ver como , Keiko, al comprobar el fantástico estado de animo que gasto recién levantado de la siesta, emprende la huida mientras maúlla algo que me suena como "¡Volveré!". Maldita gata, es como una caja de sorpresas, con la diferencia que es glotona y malcriada.

Después de ducharme y merendar algo, salí para recoger mi coche del taller. Era un viejo jeep estilo militar de color marrón camuflaje. Era tan duro por fuera como cómodo por dentro, pero tenia aire acondicionado, algo totalmente imprescindible aquí en Andalucía, y era como un mini-acorazado. Era tan duro que si lo tiraras por un barranco de 20 metros te costaría mas sacarlo de allí que arreglarle los destrozos, en caso de que los tuviera.

El taller se encuentra a la vuelta la manzana. Es una vieja nave corroida y de un verde despintado. Si a uno le dieran a escojer el taller por bonito, este se arruinaba. En una esquina del taller, junto a lo que parece un gigantesco charco de aceite, veo mi tartana de combate.

- Buenas Luís, esta el coche?

-Hay lo tienes, nikelao!- chilla el mecánico sin sacar la cabeza de un viejo peugeot

-Cuanto es?- preguntó como el que sabe que le van a cortar las manos por robar un cachó de pan

- 50 euros, le tenio que meté una pieza que venia de...

- De Italia a lomos de un chino remolcado por una gacela... No me vengas con cuentos de turista que nos conocemos- digó como el que habla a un niño.

Al final opta por sacar la cabeza de debajo del capo y dice - Amo a dejarlo en 30... - mientras se le escapa una pequeña sonrisa por la comisura de la boca.

Justo antes de salir del taller a lomos de mi fortaleza infernal oigo como Luís me dice - Ten cuidao poraí, dicen en las noticias que la gente va como si estubiera endrogá perdía.

-Lo tendre en cuenta- voceo mientras pongo rumbo a la semilleria del pueblo.

Este era uno de los establecimientos que mas me gustaban. Tenia un olor muy característico, como a molino de piedra donde antiguamente se procesaba el trigo. Al entrar oigo el tintineo de las campanillas de la puerta, mientras me acerco al mostrador oigo como la dependienta y el dueño del bar de al lado discuten sobre los PETAS estos que salen en las noticias. Nada mas verme, la dependienta me saluda efusivamente al tiempo que, con disimulada picaresca,  me informa de las ofertas varias en toda clase de semillas para huerto.

Ella hizo bien su trabajo al conseguir venderme más de las que tenía pensado comprar, pero yo no sabía lo valiosas que podrían llegar a ser en un futuro. Al salir de la tienda, mientras me dirijo al coche, unos pasos apresurados hacen que me gire sin saber que mi cabeza va a dar de lleno contra un puño.

Por un momento todo es borroso y solo escucho -¡Matar o morir! ¿Cual es la diferencia?

-Para ti va a ser la nariz partida- digo mientras recupero el equilibrio y esquivo otro par de golpes que me lanza "el loco la colina" este. Con un grácil movimiento propino un gancho de derecha que derrumba al individuo al suelo, donde es sujetado por varios clientes del bar que estaban contemplando la escena.

-¡Tengo tickets para el infierno!¡Y tarde o temprano los acabare vendiendo...!- chilla el loco mientras trata de zafarse de sus captores.

-¿Estas bien chico?- me pregunta el dueño del bar, que a salido apresuradamente de hablar con la semillera

-Tranquilo, estoy bien. Pero el hombre este...

-Sera un caso de esos que dicen en la tele, de locura estresatoria o lo que carajos sea.

-No me extrañaría nada -balbuceo- Encárguese de llamar a una ambulancia, a la policía o al loquero; me da a mi en la nariz que es peligroso dejar a este tío andando por ahí suelto.

-Tranquilo, yo me ocupo de llamar a la policía ¿esta usted bien amigo?

-Si si... - respondo mientras palpo el bulto que me esta saliendo en la sien. -No me matara, pero me va a doler un buen rato...

Por el fondo de la calle veo aparecer a otro grupo de gente que se dirijen hacia nosotros. Uno de ellos sangra copiosamente por la nariz y señala al loco, que ahora ya no se resiste, solo rie, mas bien, carcajea a pleno pulmon. Parece que no he sido el unico que se a llevado un ticket en la particular rifa.

Mientras la gente sigue agolpandose para "prestar" ayuda, aprovecho y me desentiendo del jaleo. He tenido bastante con el ataque sorpresa como para tener que aguantar mas tonterias. Ya se las apañara el de la nariz chunga con la policia, aparte, el PETA ese me da escalofrios. Ya son muchas casualidades, posiblemente fruto del azar, o no...

“Uno se cree afortunado… Hasta que ve todo lo que a conseguido el capullo de al lado”

Capitulo 1. Los susurros

"Mama, ¿Por qué el vecino ha saltado por la ventana?"

Todo empezó una fría mañana de Diciembre. Apague el despertador y me levante de un salto, primer error del día. Una escalofrió se apodero de todas y cada una de mis extremidades, corrí a vestirme y a encender la calefacción. Cuando me dirigía a la cocina para prepárame mi desatasca-cabezas matutino, una bola peluda me corto el paso. -¡Buenos días Keiko!- le dije mientras hacia el intento de acariciarla. La gata me esquivo con una jugada ensayada y se dirigió al bol de la comida al tiempo que maullaba. -Por interés te quiere Andrés...

Después de echarle comida al gato me serví un café mientras veía las noticias. No había nada fuera de lo normal; accidentes, asesinatos, robos... Lo único que llamo mi atención fue una extraña noticia sobre un ataque de esquizofrenia en el que un hombre había gritado algo así como "Están en mi cabeza y me han dicho que el fin se acerca" Al acabar de decir estas palabras sonrió y salto al vació a través de la ventana de su casa , al mas puro estilo puenting. Apague la tele y me dirigí al sótano a hacer mis ejercicios matutinos.

El sótano de mi casa era algo así como un loft gigante, tenia ventanales con verjas de acero, una mini-cocina, cuarto de baño y una salida al huerto. Era como mi casa dentro de mi casa. Encendí el equipo de música, puse megadeth y durante un rato aporree sin perdón el saco de boxeo. Cuando pare y me disponía a hacer pesas, escuche un grito. Apague la música y agudice el oído, me parecía oír una especia de llanto o lamentación... No lograba diferenciarlo, pero había algo en ese ruido que me encogía el alma. -¡DING DONG!- trono el timbre de repente.

Tardé mas de 10 segundos en recuperame del susto del timbre. Mientras corría escaleras arriba para abrir la puerta principal jure bajarle el volumen.-Cualquier día me muero de un susto de estos...- refunfuñe mientras corría el cerrojo de la puerta.

-Buenos días, ¿el señor David Delgado?- pregunto un hombre vestido de mono y con un gran paquete que a duras penas podía sujetar. Era el repartidor de UPS, lo extraño es que yo no he pedido ningún paquete ni esperaba recibir ninguno.  -¿Quien lo envía?-pregunto.  El hombre ya al límite decide soltarlo y responde  - Maria Luisa, desde Ceuta-.

Firmo el recibo sin hacer mas preguntas y me despido del repartidor. No sin una leve sorpresa contemplo que el paquete pesa más de lo que aparenta al  llevarlo y ponerlo en una esquina en el salón. Ni el mismísimo tío del mentalista seria capaz de tener una leve idea de lo que mi madre ha podido meter en el paquete; desde ollas, cuchillos, perfumes, ropa, piedras... hasta cosas "bonitas".

Decidí dejarlo para mas tarde, pues lo principal era hacer una lista con toda la compra de este mes y parte del otro, con la variante de que vendrían mis padres, mis tíos, abuelos... Hacer en enero las compras puede ser un suicidio , así que por experiencia estas cosas convienen hacerlas temprano.

Después de pasar toda la tarde comprando y organizando la alacena y cos congeladores me siento como un niño cansado; necesito comer, ducharme y dormir.
 

Preparo una pizza y me tumbo con Keiko en el sofá a echar el ratillo viendo las noticias. No varían mucho a las de esta mañana, pero se han disparado los casos de esquizofrenia por varios puntos del país. Esto realmente no quiere decir nada, seguro que más de una vez ha pasado y no se ha mostrado en televisión porque no interesa, pero como el tío haciendo puenting sin cuerda esta mañana parece haber provocado morbo... pues ahí lo tienes, nos quedan días de ataques esquizofrénicos.

Después de ducharme, mientras me dirigía a mi habitación para dormir, algo en la luna que se podía apreciar desde la ventana del pasillo, me hizo estremecer. No se si fue su brillante color o quizas la fuerza que esta desprendiá, pero no era una luna normal.

 
-Me estare volviendo loco...
 

Me refugie debajo del edredón con el gato a los pies y apague la luz esperando sumergirme en un tranquilo y relajante sueño. Cuando ya casi había conseguido dormirme un alarido retumbo en mi cabeza. No le preste mas atención e imagine que habia sido el gato. La pobre estaba un poco alelada estos dias. 

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Me encontraba en medio de la calle principal del pueblo. Mi pueblo es Abrera una pequeña localidad que linda con Aznalcóllar y Gerena, región Sevillana donde las haya. Las calles se encontraban llenas de gente, gente rara, muy rara... Lo primero que llamo mi atención fue un grupo vestido como científicos que iban cantando el "We are the champions" mientras brindaban y se dirigían a lo que parecía una fiesta... Otros grupos de personas cantaban y daban brincos como lunáticos en pleno éxtasis. Estos iban casa por casa sacando por la fuerza a los que en ellas moraban y no sin un primer encuentro violento, al final todos acababan bajo aquel haz de locura. Un grupo de estos se me acercaron y comenzaron ha realizar una especie de danza a mi alrededor. Después de un par de minutos que para mí fueron eternos, un hombre, el de aspecto más loco pero con la voz más cuerda dijo:

-Dejémoslo, el no puede ser uno de los nuestros, él ya esta loco...

Y dicho y echo, todos los saltarines a mi alrededor desaparecieron como los negros de los CDS al grito de agua. Después de tan nefasto espectáculo decidí dirigirme a lo que parecía ser la fiesta de unos reconocidos científicos que por lo visto habrían tenido éxito en cualquier tontería de cerebrito, pero seguro que seria mejor beber champaña con gente hablando de teorías que de locos rodeándote de tonterías. La fiesta parece ser en la iglesia, pero cuando llego parece que los fiesteros continúan e ignoran a esta. Los sigo por el callejón que únicamente puede conducir al... -¡JODER! estos tíos han montado una fiesta en pleno cementerio.

Me acerco furtivamente para ver mas de cerca lo que sin duda es una fiesta macabra y veo a una gran conglomeración de científicos en coro aplaudiéndose y piropeándose, absortos en ver quien es mas lameculos con el otro. De repente puedo ver como uno deja de hablar y cae de rodillas al suelo. Otro se acerca a ver que le pasa y puedo ver con gran horror como el primero se levanta del suelo y sin contemplaciones le arranca un gran cacho de cuello. -¡Mierda!- acierto a grita. Pero el macabro espectáculo no para. Mientras el científico se desangra todos siguen con su particular fiesta, incluso cuando empiezan a atacarse entre ellos mismo. Esta escena se esta convirtiendo en una aberración antropófaga sumida entre vitoreos y felicitaciones.

Me doy la vuelta y trato de salir corriendo, ya he tenido bastantes aberraciones y locuras por hoy. 

-Hola amigo- me grita la voz de uno de los locos de antes.

-¡Hemos decidido! -gritando a todo pulmón-¡Que si no eres de los nuestros, y no eres de los suyos!- señalando a los científicos, que continuaban su sangriento tentempié sin percatarse de nada a su alrededor. 

-¡Debes...!-

 Se me antoja que ya se lo que quiere decir este mal nacido

-¡MORIR!-

Como si un grupo de exploradores a la orden del monitor se tratara, tanto los científicos, o más bien lo que quedaba de ellos, y los locos comenzaron a aproximarse hacia mí. Sin pararme a pensar salí corriendo camino arriba hacia el gran mirador del cementerio. Este era como un mirador de montaña al pie de un gran acantilado de picudas piedras y un pantano a lo hondo. Poco a poco mis captores fueron formando un corralillo a mí alrededor.

-Estas acabado, no tienes escapatoria. Ríndete y muere ahora que todavía no ha empezado. No sufrirás, te lo garantizo- dice sutilmente mientras me tiende su mano en plan amigos.  Tiempo me falta para soltarle una dolorosa patada en la boca y gritar:

-Estas hablando al dueño de este mundo onírico, esto no es mas que un sueño- escupo con maldad - Dalo por terminado por hoy, pero la próxima vez no habrá piedad para nadie de los tuyos - digo señalando tanto a científicos como locos- ¡Y menos para ti!

Después de decir todo esto, salto de espaldas al acantilado sintiendo como el cuerpo vuelve a la realidad. Me despierto sudoroso y muy agitado. Para haber sido una pesadilla... era más real y macabra de lo común.  

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"Todos quieren vivir, pero pocos luchan por sobrevivir"

Introducción

No se si realmente existe un dios, pero si existe es un cabroncete de cuidado, y por lo visto los mayas lo conocían. 

¿Como si no acertaron con el día del juicio final?

Los que no acertaron son los capullos de la televisión, que lo único que procuraron fue inventarse posibles catástrofes en masa, tsunamis, terremotos, meteoritos y demás falacias. Ojala estos últimos hubieran tenido razón, pues la madre tierra con su fuerza mata indiscriminadamente pero sin maldad, pero lo que nos aguardaba realmente no era ni parecido, ni mejor; era bastante peor en todos los sentidos.

Hace varios días que empezó el día D del Apocalipsis, aunque yo prefiero llamarlo personalmente día Z, ahora mismo me encuentro "seguro", pero puede que esto no dure mucho. Comenzare a relatar todo lo acontecido hasta ahora tomando como referencia el día en el que la gente comenzó a volverse loca; loca por culpa de las voces. Y también contare como lo que parecía la panacea contra todas las enfermedades resulto ser el demonio camuflado en forma de esperanza y vida.

Espero que de alguna manera logremos sobrevivir a lo que nos aguarda, pero psicológicamente. El daño físico se cura, la cabeza, una vez la has perdido, no vuelve, por lo menos a ser normal. Disfruten de esta macabra historia, pues es lo único que nos queda en este "nuevo" mundo.


"Todo el que quiera ser salvado... que se busque la vida"