Capitulo 4.3 La noche de los "milagros"

"El ave rapaz acecha incansable a su presa..."

El alarido cortó la fría noche por la mitad  El incauto joven se abalanza y agarra de los hombros a su compañera.

-¡¡¿Qué te pa… – es lo único que le da tiempo a preguntar

La chica con un movimiento fugaz se cuelga como si de un mono se tratara del cuello del medico y lanza en cuestión de un par de segundos varios mordiscos al pobre infeliz.

El chico cae al suelo con la cara sangrando y sin nariz, arrastrando a su “hambrienta” compañera. Al caer al suelo, esta se suelta y barre la zona con la mirada rápidamente. Todos podemos ver como sus ojos se clavan en Juan cuando empieza su ágil carrera hacia el.

Creí que era el fin de Juan, cuando este reacciona dándole un fuerte revés en toda la boca. La mujer cae golpeando estruendosamente el suelo. Tarda un solo segundo en volver a levantar la cara y correr a 4 patas los pocos pasos que hay entre ellos.

Suena un disparo.

Kevin, desde el otro lado, ha realizado un disparo que ha impactado directamente en el costado de la PETA.  Por un momento creo que todo ha terminado. La chica cae de nuevo, pero para sorpresa de todos recupera con velocidad la compostura y salta sobre la pierna de Juan.

Sin llegar a pensarlo me abalanzo sobre las piernas de la loca y tiro al tiempo que Juan patea con rabia su cabeza.

-¡Suéltame!¡Tus muertos! – grita con agonía Juan

Consigo apartarla unos metros. Ya no se mueve. Suelto sus piernas, camino hacia atrás y me derrumbo contra el muro del huerto. -¿Qué coño esta pasando aquí?- me pregunto tratando de buscar una explicación racional a todo. Esa mujer había pasado de ser una medica en pleno servicio a una loca asesina y para rematarlo, creo que antropófaga. ¿Como puede haber recibido un balazo y continuar como si nada? ¿No siente dolor?

¿Y el del huerto? ¿Un cepo para osos en el tobillo y sigue riéndose?

Mas que encontrar una respuesta racional a todo este asunto estaba logrando volverme loco, todo esto era imposible que estuviera pasando. O por lo menos es lo que yo quería creer…

-¿Te encuentras bien? – susurra una voz calida y reconfortante

Por un momento siento alivio. La mirada de Lucia es curativa… pero todo lo bueno dura poco. Kevin aparece por detrás

-Tenemos otro aviso cerca de aquí, ¿sigues con nosotros o te vas a rajar? – pregunta cabreado. Echando un vistazo compruebo que Juan esta siendo atendido por un agente en la ambulancia, el conductor de esta permanece en estado de shock. Miguel ha desaparecido.

-No mires mas… uno esta herido y el otro ha salido por patas. Tu decides –dice dando especial énfasis a las ultimas palabras.

Estaba entre la espada y la pared. Tenía la oportunidad de volver a mi casa, esconderme y esperar a que todo esto pasara; pero el orgullo pataleaba en mi cabeza como un niño revoltoso. Visto de otra forma, Lucia y Kevin eran una pareja bastante competente. Estaría seguro con ellos. Luego estaban la ventajas de ser parte en alguna manera de las fuerzas de seguridad. Puedo tener información de mano directa y en caso de evacuación me pillaría preparado.

Al final lo reduje a una situación simple y básica basada en años de experiencia y avalada por muchos… ¿Que diría tu madre?

Suelto una leve sonrisa. Ella me diría “¡Salta! Si te caes… ¡Te levantas! Y si no puedes ¡Te arrastras!”

-Podéis contar conmigo – digo levantándome de forma apresurada

Lucia y Kevin asienten.

-Bienvenido a la patrulla Charlie 2 – dice Kevin al tiempo que da un par de palmadas en mi hombro.

La escena se ve rota repentinamente por la radio del coche. Parece que las cosas se están poniendo revueltas.

-¡Base a todas las unidades disponibles! ¡Zona 2, Zona 3, Zona 4, joder… ¡¡Zona 1! ¡MOVED EL PUTO CULO! ¡HAY DISTURBIOS EN LA ZONA DE SEGURIDAD!

Un sexto sentido en mi interior, no muy afinado y oportuno por lo que veo, me advierte que lo bueno solo acaba de empezar...

"El caos es una variable que no puedes calcular"